Como afectan las emociones a nuestro cuerpo

Oficialmente, se define la somatización como “Transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria” Existen numerosas investigaciones cuyo objeto de estudio es entender el mecanismo subyacentes a esta manifestación orgánica y entender qué papel tenemos desde nuestra psique para influir en nuestro cuerpo.

Comprender que el ser humano es una unidad, que no se puede separar el funcionamiento de los órganos físicos de los pensamientos, sentimientos y emociones nos lleva a descubrir nuevas maneras de potenciar la salud de una manera holística y personalizada. 

¿Qué es la somatización?

Cuando los problemas emocionales afectan a la salud física se produce el fenómeno conocido como somatización. 

Se ha observado que la aparición de algunos síntomas físicos, cuyo origen no está relacionado con una causa orgánica, está relacionada con un conflicto psicológico o malestar emocional persistente, son las llamadas enfermedades psicosomáticas.

En otras palabras, somatizar implica que una angustia emocional no liberada se puede expresar en el cuerpo y perjudicar el estado de salud de las personas.


¿Por qué se somatizan las emociones?

Gracias a los avances científicos de los últimos años cada vez tiene más relevancia la idea de que el dolor emocional causado por la inadecuada gestión del estrés y de los estados emocionales considerados “negativos” tiene una influencia sustancial en la aparición, mantenimiento y desarrollo de síntomas de difícil explicación médica y que no tienen una causa física. 


“Las hormonas del estrés, a largo plazo, presionan los botones genéticos que crean la enfermedad”. 


Por tanto, se evidencia que ante un síntoma persistente o un proceso de enfermedad es fundamental tener en cuenta las variables emocionales. 

Un nuevo paradigma de la salud: conexión entre mente y cuerpo

En este contexto, surge un nuevo paradigma de la salud y una nueva disciplina, conocida como Psiconeuroinmunologia (PNI) o Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE). Su propósito es estudiar los mecanismos que se ponen en marcha cuando enfermamos y ofrecer posibles soluciones de una manera holística y personalizada.

Entre otros aspectos, estudia la influencia de las emociones sobre los procesos fisiológicos del cuerpo. Y lo hace desde la perspectiva de que influir sobre el modo como interpretamos los estímulos y la información que percibimos, contribuye a cambiar nuestro estilo de vida y a la mejora de nuestro estado de salud.

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